Con una póliza de cuadro médico podrás acudir a la consulta del médico que elijas dentro de una lista de centros y médicos concertados con la aseguradora (esta lista es lo que se denomina cuadro médico). Este tipo de seguro es el más contratado por ser la opción más económica a la hora de contratar un seguro de salud.

Si quieres contar con el precio más ajustado posible, entre las pólizas de cuadro médico puedes optar las opciones más «básicas», que sólo cubren las consultas médicas y no las hospitalizaciones ni pruebas diagnósticas. Este tipo de pólizas «básicas» te interesan especialmente si lo que realmente quieres es poder ir a un especialista en cualquier momento sin tener que pasar por el médico de cabecera, y en cambio no te resulta tan importante que te cubren las hospitalizaciones, operaciones y pruebas diagnósticas, porque p.ej. para estos casos prefieres acudir a la Seguridad Social.

Si por el contrario, quieres una cobertura completa, te interesa optar por las pólizas «estándar», que sí incluyen tanto las consultas médicas como las pruebas diagnósticas y hospitalizaciones. En este caso, conviene que analices si te interesa elegir una póliza con una cuota mensual ligeramente más reducida, pero con copagos (aportas una cantidad reducida, dependiendo de cada aseguradora y especialidad, entre 2 y 15 euros por cada acto médico que solicites) o un seguro de salud sin copagos y un coste mensual constante, independientemente de las veces que acudas al médico.

Aunque las aseguradoras suelen contar con cuadros médicos muy amplios, es importante que antes de contratar el seguro compruebes que tus especialistas de referencia están incluidos en el cuadro médico de la entidad (por ejemplo, tu ginecólogo o dermatólogo habitual).